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Alquiler de catamarán en Seychelles: descubre un pedazo de paraíso

Las Seychelles son un archipiélago donde el tiempo parece haberse detenido y cada momento está lleno de la belleza de la naturaleza y el espíritu de aventura. La mejor manera de sentir realmente la magia de este lugar es alquilar un catamarán y navegar por las aguas cristalinas del Océano Índico. En este artículo te diré cómo hacer que tu viaje sea inolvidable y a qué prestar atención para experimentar las Seychelles en todo su esplendor.

¿Por qué elegir un catamarán?

  1. Espacio y comodidad. Un catamarán no es sólo un barco, es una casa flotante en el agua. Los dos cascos proporcionan estabilidad adicional, lo cual es especialmente importante para quienes no están acostumbrados a viajar por mar. A bordo del catamarán siempre hay suficiente espacio para relajarse, cocinar y guardar equipamiento para actividades acuáticas.
  2. Acceso a lugares ocultos. Un catamarán le permite llegar fácilmente a bahías y playas solitarias donde nadie más puede llegar. Podrás disfrutar del paraíso de Seychelles con total privacidad, disfrutando de unas vistas de lagunas color esmeralda y playas de arena blanca con las que sólo podrías soñar.
  3. El equilibrio perfecto entre lujo y aventura. En un catamarán podrás disfrutar de todas las comodidades del mundo moderno sin perder el espíritu de aventura. Cocine deliciosos platos de mariscos frescos a bordo, practique snorkel directamente desde el yate, vaya a pescar o simplemente relájese con los sonidos del océano.

Mejor época para viajar

Las Seychelles son hermosas durante todo el año, pero si quieres disfrutar de un clima perfecto, planifica tu viaje entre abril y octubre. En esta época, el archipiélago experimenta una estación seca, las temperaturas fluctúan entre 28 y 30°C y el océano está en calma y es atractivo para todo tipo de actividades acuáticas. Si buscas una época más apartada, noviembre y marzo también son buenos, pero prepárate para un poco más de humedad.

Rutas recomendadas: ¿a qué debes prestar atención?

  1. Isla Mahé: el corazón de Seychelles

Comience su viaje en la isla Mahe, la más grande y concurrida de todas las islas Seychelles. Aquí es donde se encuentra la capital: Victoria, considerada la capital más pequeña del mundo. Pero no se deje engañar por el tamaño de la ciudad: Victoria está llena de encanto. Visite el mercado local de Sir Selwyn Clarke para disfrutar de frutas tropicales frescas como mangos dulces, papayas jugosas, carambola (carambola) e incluso la famosa yaca. Asegúrese de probar el jugo de piña fresco: saciará perfectamente su sed después de una caminata.

Además, Mahé ofrece excelentes oportunidades para practicar snorkel y buceo. Frente a la costa de la isla se pueden ver coloridos corales, tortugas marinas, mantarrayas y bancos de peces brillantes que parecen bailar al ritmo del océano. No olvides llevar tu cámara subacuática para capturar estos momentos.

  1. Isla Praslin: Jardín del Edén

Después de Mahé, dirígete a Praslin, la segunda isla más grande del archipiélago. Praslin es famosa por sus playas, que aparecen periódicamente en las listas de las mejores del mundo. Asegúrese de visitar la playa de Anse Lazio: este es el lugar donde podrá tomar las fotografías más impresionantes y simplemente disfrutar de la increíble belleza de la naturaleza.

En Praslin también merece la pena visitar el singular bosque del Valle de Mai, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí crece el famoso Coco de Mer, la nuez más grande del mundo, que es el símbolo de las Seychelles. Cuenta la leyenda que este bosque era el Jardín del Edén, y caminar bajo la sombra de palmeras gigantes te hará sentir como si estuvieras en otro mundo.

En la isla también podrás probar frutas únicas como el aguacate de Seychelles, que es más grande y aceitoso de lo habitual. Los lugareños también preparan una ensalada maravillosa que vale la pena probar.

  1. Isla La Digue: ritmo de vida lento

Si desea experimentar la verdadera vida isleña de ritmo lento, La Digue es el lugar al que debe ir. Aquí no hay coches, sólo bicicletas y carretas de bueyes. El tiempo parece haberse detenido y este es un lugar ideal para aquellos que quieren escapar del ajetreo y disfrutar de los placeres simples de la vida.

Visita la playa de Anse Source d’Argent, considerada una de las playas más fotografiadas del mundo gracias a sus rocas de granito y sus aguas cristalinas. Pasee en bicicleta por la isla y deténgase en granjas locales para probar frutas y jugos frescos. Los plátanos de Seychelles, por ejemplo, son especialmente sabrosos: son pequeños, pero muy dulces y aromáticos.

En La Digue, los lugareños siguen tradiciones y costumbres que se transmiten de generación en generación. Una de esas costumbres es la preparación del tradicional plato «lado», que es un postre dulce elaborado con leche de coco y azúcar, que se prepara para fiestas y eventos familiares. Puede probar este manjar en uno de los pueblos locales, donde los hospitalarios anfitriones estarán encantados de contarle sobre sus tradiciones.

  1. Isla Prima: Reserva Natural

Los amantes de la vida silvestre apreciarán una parada en Cousin Island, uno de los mejores lugares naturales.

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